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Queridos Amigos,
Estas son semanas extraordinarias para toda la gente alrededor del mundo. Además del boletín de oración que sale cada lunes, hemos decidido mandar un segundo boletín, cada jueves, con un mensaje de ánimo de parte de nuestros líderes de Langham predicación. Esta semana Ruth Slater reflexiona sobre los diferentes tipos de sombras.
Como niña, me acuerdo usar las sombras hechas por mis manos para reflejar distintas formas de animales en la pared. Como adulta, cuando estoy en la cima de una montaña, me maravillo con la diferencia con la diferencia que puede generar las sombras de las nubes en la vista de la ladera de una montaña. Las sombras también pueden traer oscuridad y frescura, ya que el calor del son desaparece detrás de las nubes.
Puede haber sombras que traen oscuridad a nuestras vidas. Pueden cambiar el firmamento y nuestra vitalidad. Mientras afrontamos la sombra del coronavirus, es fácil sentirse abrumados por sus implicaciones personales, regionales, nacionales y globales. Trae oscuridad a nuestro firmamento. Nuestras vidas personales cambian, nuestras rutinas de trabajo cambian, y nuestras conexiones con la familia, la iglesia y nuestros amigos también. Es una sombra enorme.
Pero en la Biblia se añade un nuevo significado a las sombras. Me acordé de esto cuando leímos el Salmo 91 en un servicio en línea de mi iglesia:“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío»”. (Salmo 91:1-2)
Existen otras referencias como las siguiente: “A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.” (Salmo 57:1); “Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme, bajo la sombra de tus alas” (Salmo 17:8); y “A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda.” (Salmo 63:7)
En lugar de que las sombras sean solo pesadez y oscuridad, la sombra del Todopoderoso es un lugar de refugio y seguridad – y un lugar de música, ¡ya que cantamos en ella! Se nos hizo una promesa de descanso en la sombra del Altísimo. Este es el tipo de sombra en la que no queremos movernos porque esta sombra significa mucho más. Apunta a nuestro hogar, nuestro refugio con el Altísimo.
Estamos viviendo tiempo inciertos, llenos de realidades cambiantes y experiencias desafiantes. Pero los que moramos en el refugio de Dios podemos descansar en su sombra. Podemos confiar en nuestro refugio y fortaleza. No siempre es fácil, pero a medida que confiemos, también tenemos que ser responsables, por el beneficio de nuestras comunidades, nuestras sociedades y nuestro mundo. Vivamos juntos un día a la vez, trayendo las sombras de nuestras ansiedades y preocupaciones al refugio y sombra del Único que está en control y en quien podemos confiar con seguridad.