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Una nueva perspectiva frente a la crisis - Salmo 31

Estas son semanas extraordinarias para toda la gente alrededor del mundo mientras el coronavirus sigue esparciéndose, trayendo consigo sufrimiento e incertidumbre. Stephen Williams, nuestro coordinador regional el Sur Pacífico, nos trae palabras de ánimo en base al Salmo 31.



En todo tiempo, pero en especial en tiempos de crisis, es correcto y natural dirigirse a los Salmos para encontrar palabras que pueden expresar lo que está en nuestros corazones. Dietrich Bonhoeffer llamo a los Salmos “las oraciones del Mesías”. Esto es literalmente cierto cuando hablamos del Salmo 31, que esas palabras Jesús ora mientras entrega su vida – “En tus manos encomiendo mi espíritu” (5). Pero todo el Salmo anticipa esta experiencia en muchas maneras.

David está en problemas – grandes problemas. Es un hombre rechazado, asustado y perseguido que se acerca a Dios con toda la confusión que trae el temor (1-8). Él recuerda la liberación de Dios en el pasado (1-2); clama por el rescate del presente (3-4); rechaza los ídolos que prometen mucho pero son falsas esperanzas (6); y se goza en el amor y protección de Dios hasta este punto (7-8). Luego expone su necesidad actual con mayor detalle ante el Señor. En su nivel más profundo, la causa es espiritual: “mi fuerza fallece por mi iniquidad/culpa” (no “aflicción” – NIV, versión en inglés, 10). Esto lo ha destruido físicamente; él ha sido rechazado por su propia gente y ahora “hay terror por todas partes”, ya que descubre un plan para matarlo (13).

Contra todo esto, David pone su fe en Dios: “Pero yo, Señor, confío en ti;

yo he dicho: «¡Tú eres mi Dios!» Mi vida está en tus manos” (14-15). Desde esta roca David hace sus peticiones de liberación. Finalmente, la fe lo lleva a la alabanza y exhortación (19-24). ¡Qué grande es tu bondad para aquellos que te honran! David parece mientras el rescate llega a su vida – que incluso en la cuarentena de una ciudad sitiada “con su amor hizo grandes cosas por mí” (21). Entonces, “Amen al Señor, todos sus fieles… Den ánimo y valor a sus corazones todos los que confían en el Señor.” (23-24).


La vida se da caminos en los lugares menos esperados.

En las últimas semanas conocí el miedo, el aburrimiento y la frustración. También experimenté gratitud y oportunidad – incluyendo la oportunidad de caminar con mi hijo (manteniendo las distancias apropiadas) en las montañas donde vivimos, aquí en Australia. Fuegos terribles arrasaron por esta área en enero. Pero ahora, mientras caminamos, vida nueva está irrumpiendo en troncos ennegrecidos y nuevos caminos que nos llevan a lugares remotos y hermosos que eran inaccesibles en el pasado... una parábola, tal vez, de cómo Dios puede usar este tiempo de aislamiento forzado y sufrimiento para tanta gente".

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