Queridas amigas y amigos,
Gracias por su apoyo en oración al trabajo de Langham Predicación alrededor del mundo. Esta semana Jennifer Cuthbertson, nuestra coordinadora para la formación de facilitadores, comparte algunos pensamientos que dirigirán nuestros corazones hacia la oración de esta semana.
En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana. (Romanos 8:3)
En la historia de la creación, leemos que “Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno”. (Génesis 1:31) Poco después, Adán y Eva pecaron y fueron expulsados del jardín. Desde entonces, la historia se desarrolla como el desordenado sufrimiento de la humanidad. La espera comenzó – esperando por la liberación de Egipto, la liberación de los jueces, de los reyes, del exilio, del largo silencio. Esperando, esperando, esperando…
"Durante mucho tiempo el mundo ha estado sumido en el pecado y el error", cantamos mientras seguimos esperando. Esperamos por la llegada del verdadero salvador, el único quien se hizo humano para que podamos revestirnos en Él (Gálatas 3:27). Esperamos por ese bebé, Dios hecho carne, para que nazca en este mundo y en cada uno de nosotros. Esperamos por la liberación de esta pandemia, de la guerra, del hambre, de los gobiernos inmorales, de la muerte y el decaimiento. Esperamos por su gloria que falta ser revelada; esperamos que toda la creación sea libre.
Permite que los pocos días que nos quedan antes de la celebración del nacimiento de Cristo sea un tiempo de reflexión sobre la llegada de Cristo, el único que volverá – el único que restaurará todo para siempre. Entonces exclamaremos junto a nuestro creador, “es muy bueno” (como Dios hizo en Génesis al contemplar su creación).
Recordemos dar gracias…
Este es nuestro último boletín de oración del año, ¡y vaya año que tuvimos! Mientras miramos atrás, es fácil sentirse abrumados por el dolor, sufrimiento y los tiempos de incertidumbre en nuestro mundo y nuestras vidas. Sin embargo, la Biblia pide que “demos gracias en todas las circunstancias”, y damos gracias por cada uno de ustedes. Gracias por su apoyo en oración a lo largo del año, por caminar este recorrido con nosotros, por perseverar y adaptarnos a las cambiantes circunstancias. Estamos agradecidos y nos sentimos privilegiados de servir junto a tantas personas a lo largo del mundo.
Gracias por tu fidelidad en oración,
El Equipo de Langham Predicación
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