Queridas amigas y amigos,
Gracias por su apoyo en oración al trabajo de Langham Predicación a lo largo del mundo. Esta semana Dionisio Orjuela, nuestro coordinador regional de Centroamérica, comparte algunos pensamientos que dirigirán nuestros corazones hacia la oración.
La próxima semana, los cristianos alrededor del mundo celebramos una Semana Santa más. En América Latina esta es una fecha muy importante, pues nuestros países son en su gran mayoría católicos, con un número significativo de evangélicos en naciones como Guatemala, Honduras y Costa Rica.
Sin embargo, esta Semana Santa será diferente. Estará enmarcada dentro de la transición entre la más devastadora pandemia de la humanidad en los últimos cien años, y la “nueva normalidad”, con sus terribles secuelas económicas y sociales, como el aumento en los precios de los alimentos y de los servicios básicos de las familias, agravadas por la cruel invasión de Rusia a Ucrania.
En medio de esta dura realidad, los creyentes y predicadores tenemos una solemne encomienda: “Predica la Palabra!” (2 Tim 4:2 NVI). Tenemos que hacerlo aprovechando cada oportunidad, confrontando abiertamente a otros, animándoles amorosamente a vivir en integridad y mostrando el camino correcto, por medio de una enseñanza fiel a las Sagradas Escrituras.
La poderosa razón por la cual predicamos La Palabra hoy, es porque al igual que en los días de Pablo y Timoteo la gente corre el riesgo de terminar creyendo la mentira, engañada por mitos modernos, falsas enseñanzas y fantasías ilusorias.
No hay mejor manera de bendecir y restaurar esta generación que predicando La Palabra de Dios. Por eso, mientras haya tiempo, antes de que sea tarde, continuemos anunciando el Evangelio con denuedo, pertinencia y claridad.
Oremos para que en esta Semana Santa podamos ver en nuestras naciones, así sea una pequeña muestra, del anhelo expresado en la primera estrofa del himno nacional de Colombia: “¡Cesó la horrible noche! La libertad sublime Derrama las auroras De su invencible luz. La humanidad entera, Que entre cadenas gime, Comprende las palabras Del que murió en la cruz”.
Recordemos dar gracias por…
En febrero, el Movimiento de predicación de Cambodia tuvo un seminario nivel uno en la provincia de Pursat. Somnang Sin, el coordinador del Movimiento de predicación, afirmó: “Aunque fue un desafío debido al impacto negativo de la Covid-19, alabamos a Dios porque la mayoría de los participantes pudo asistir. Estaban muy entusiasmados por las nuevas habilidades y el aprendizaje que adquirieron. Estamos agradecidos por el apoyo económico levantado localmente lo cual ayudó a hacer este evento realidad”.
Por favor oremos por el trabajo en otros lugares del mundo…
México: El pasado sábado hubo un seminario de actualización virtual para el nivel uno con 70 participantes de 30 ciudades de todo el país – con Damaris Ameca, Jorge Atiencia, Dionisio Orjuela (coordinador regional) y Juan Méndez (coordinador del Movimiento de predicación) como facilitadores. Agradecemos a Dios por las conexiones estables a internet y por la buena retroalimentación de los involucrados.
India: Un seminario nivel uno tomará lugar esta semana en Bangalore en el Movimiento de predicación que habla Kannada, con Daniel Koti dirigiendo la capacitación para 25 participantes.
Birmania: En Putao, en el lejano norte del país, hay seminarios nivel dos y tres planificados para esta semana. Mantengan a Sein Kyi y su equipo en sus oraciones, también a los 47 participantes de las minorías Rawang y Lisu.
Lesoto: Este sábado habrá un taller planificado para mujeres, con Nts’iuoa Rathabaneng como la facilitadora.
Bolivia: Los sábados de marzo y abril se lleva a cabo un seminario nivel uno enfocado en la predicación del libro de Filemón, con casi 90 participantes de 14 Escuelitas de predicación. El evento se lleva a cabo en coordinación con el Centro de Capacitación Misionera (CCM). Como facilitador y coordinador, Igor Améstegui (Director, América Latina) pide que oremos para que los participantes tengan una buena experiencia de aprendizaje y qué todos terminen bien el curso.
Gracias por su apoyo en oración,
El equipo de Langham Predicación
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